Te invito
Te invito a que nos tomemos de la mano y demos un paseo un instante. Un paseo donde puedas sentirte cómodo y contarme de tus miedos, aquellos que desde la niñez te atormentan. Un paseo donde puedas explicarme detalladamente, todas las metas que te faltan por cumplir y que te brillen los ojos al decirlo. Un paseo donde te emociones al recordar los buenos momentos vividos, aquellos que hoy se recuerdan con nostalgia. Un paseo en el que vos, seas el único protagonista.
Te invito un café, un té, una copa de vino, un vaso de agua o lo que que necesites beber para poder empezar tu día especial. Te invito a ir un parque y conectarte con la naturaleza; tocar el césped y recostarnos a ver como las nubes pasajeras sobrevuelan por nuestro cielo enternecedor. Te invito una noche de una llena, donde los deseos se cumplen, a contar estrellas hasta cansarnos, y ponerle nombre a cada una de ellas.
Te invito a que puedas exorcizar todo lo que te pasa; a que grites tan fuerte como puedas, a que un cristal se rompa y el estallido sea liberador para vos. Te invito a llorar y que cada lagrima sea un desahogo de penas y amarguras, sabemos que la vida te debe mucho, no hace falta que me lo digas... lo veo en tus ojos. Te invito a que te aflojes ese súper traje que llevas como un tatuaje, no siempre podes ser el superhéroe de la escena, no siempre se tiene que poder con todo y esta bien eso.
Te invito a que nos salgamos de la rutina tan marcada que tenemos. Te invito a que pensemos en todo lo que nos falta por hacer, y que la vida es un instante como para planificar tanto en un futuro. Te invito a entender, que aún hay mucho descubrir. Personas que no conoces, lugares que no visitas, canciones que no escuchas, amores que no vivís, duelos que aún no llegan, amistades que no comenzas, arte que no contemplas, cicatrices que aún no arden y miles de vivencias más.
Desactivemos el chip que por alguna estúpida razón activamos un día y comenzamos a vivir de manera automática. Tengamos la valentía de un niño al jugar, aquel que ve fuego y va hacia el porque no reconoce el peligro. Tengamos la energía de un adolescente en una fiesta alocada a la hora de hacer planes. Tengamos la responsabilidad marcada de un adulto, cuando de trabajos, proyectos y estudios se traten. Tengamos la sabiduría de una persona mayor a la hora de abrazarnos y besarnos; brindemos positivismo y emanemos siempre la mejor de las energías. Te invito a despertar a esa batería que solo usas a veces por si acaso, es hora de usarla cada día de tu vida. No hay ayer ni mañana, sólo hoy. Basta de excusas. Mejor vivir errando que morir lamentando.
Comentarios
Publicar un comentario