Flotando
Anclada sin motivación alguna. Anclada, como un barco hundido en las profundidades del océano. Por momentos debajo del agua, sin siquiera moverme; sin preocuparme por si las burbujas salen de mi boca o no. En otros instantes, con un poco más de ánimo, flotando sobre el agua, viendo el cielo y sintiendo la brisa en mi cara. Pero sólo un instante, algo que se esfuma rápidamente antes de que el sol caiga en su atardecer solitario.
Entumecida de pies a cabeza; el fastidio, el dolor, el cansancio, el aburrimiento, la decepción, el fracaso, el enojo... esa, es mi única compañía en mi navegación por este mar lleno de incertidumbre. Ni siquiera sé que es lo que espero, lo que anhelo. Me perdí entre las palabras vacías de alguien que juro que nunca haría dicha acción, y cuando me tuvo de espalda, sentí como cada centímetro de mi piel se rasgaba con su puñal. Me perdí entre la obsesión de las personas por querer sobresalir siempre, sin medir consecuencia alguna. Me perdí por completo, cuando por miedo, no me fueron de frente.
Los días pasan, y no veo tierra a la vista. El salitre del océano mental, empieza a perforarme la piel, la psiquis... y no me muevo para defenderme. Dentro de las alucinaciones que mi cerebro se inventa, a veces creo que alguien viene al rescate, que me entrega un salvavidas, o simplemente me pregunta "¿Te sucede algo"? Pero eso no ocurre, porque yo soy ese salvavidas. Yo soy quién floto. Yo soy quién actúo de mediadora en una discusión; quien escucha los secretos de todos, quien soporta los chistes malos en un intento de levantar el ánimo. Soy a quien buscan, cuando se sienten acorralados ante una situación. ¿Qué pasaría, si el salvavidas se convierte en ancla?
Mi cuerpo pesa mas de lo debido, se llenó de preocupaciones ajenas, de excusas propias, de mal de amores, de corazones rotos que te usan para sanarse así mismo, de enojos absurdos y de culpa propia... por no poder nadar hacia la orilla, y sentirme a salvo tan solo por un instante. Sé a que mi cuerpo le falta mucha estadía en esta tierra, y esta situación forma parte de un crecimiento personal, por eso es que me permito sentirme así. Sí, siento un vacío existencial hoy ¿Y qué? Soy libre de sentirme de la manera en que quiero, cuando quiero, y como quiero. No somos mas o menos queribles por la excitación del bienestar, o por la amargura de una sonrisa falsa. Aún, en ese hundimiento de debilidades y emociones, aún ahí, también hay dignidad. Así que permítanse descansar de la armadura, yo se que pesa.
Que la sociedad, no nos reprima ningún tipo de sentimiento. "Dale, vos podes. Levantante, es algo pasajero" Ya lo sé, es un momento; que me durará horas, días, o inclusive años. Pero es mi momento. ¿Por qué desmerecemos el dolor ajeno? ¿Por qué cuesta tanto empatizar? Coloreamos ese momento en el que la persona por fin pudo lidiar con sus problemas, romantízalo diría... ¿Está mal el suspiro cansado luego de un mal día? No hay buenos o malos, no hay algo que esté bien o mal; si no hay buenos momentos, no se pueden crear las caídas, entonces no desvaloricemos este estancamiento personal. Tal vez no siempre haya razón para estar "decaído" o " entusiasmado", simplemente transitamos los días de la manera en que podemos; pero no exijan siempre una sonrisa del otro lado. Hasta el bufón que se disfraza de tal, cuando cae la noche, se le corre el maquillaje por la tristeza que lo consume. Tal vez mañana, tal vez pasado, quién sabe; en alguna tarde ventosa, vendrá un barco a rescatarme, pero hoy elijo con el océano amarrarme.
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