Empatía
Cuanta incomodidad ante la no conversación, el afán de burlarse de una situación y sacar provecho de ella. Que peligrosas se vuelven nuestras palabras cuando no nos damos cuenta de la importancia con la cuál remarcamos un mensaje. Somos seres habladores, comunicadores y poderosos ante el don de la palabra; a veces creyéndonos grandes sabiondos o monjes de la verdad. No somos consciente de cuán hirientes podemos llegar a ser con alguien que se encuentra débil, en un momento de fragilidad y soledad. Manejamos un arma muy letal en nuestra boca, algo filoso que corta sobre las heridas viejas y nuevas del otro, y no podemos ver más allá de eso. Escupimos lo primero que se nos viene a la mente y así transitamos el día, con mucha tranquilidad, restándole importancia al que fue herido recientemente con nuestra opinión.
¿Por qué nos cuesta la empatía? Hay una absurda necesidad de siempre dar algún tipo de opinión o critica sobre la vida del otro, sin siquiera saber el resto de la historia. Creemos que las risas, los chistes y la buena onda que nos demuestran nos avala para hacer "bromas" con un poco de intención en cada chiste. Creamos una imagen muy errónea sobre la tristeza; pensamos que la persona tiene que estar todo el día en cama o llorando para demostrar su ruptura espiritual y la tranquilidad en sus ojos. Todos tenemos una historia que nunca contamos. Todos lloramos por algo que nunca se lo dijimos a nadie. Todos resucitamos después de una batalla... y ni siquiera se enteran de que hubo una guerra ahí.
La mirada ausente, la falta de comunicación, la frialdad de las palabras, el poco tacto y la constante manía de querer opinar sobre todo lo que nos rodea, aún desde la ignorancia. Y ser ignorante, no es mala palabra, al contrario; todos somos ignorantes. Desconocemos un montón de cosas sobre este mundo, la vida y la realidad del otro. Todo en esta vida es cuestión de aprendizaje. Pero dejemos en claro algo; que yo sea una ignorante con la realidad del otro, no le quita el verdadero peso de mi palabra. Porque ese es el problema. "Perdón, no sabía" si, esta genial, no es tu obligación el saber lo que me está pasando, pero la empatía es algo que no se debe perder nunca. Se trata de una cuestión de respeto, de sentido común, no puedo ir escupiendo palabras sin sentido sólo porque el otro no me comunicó por lo que estaba pasando y demás, no.
No seamos responsable de cambiarle el humor al otro. No nos creamos nunca dueño de la verdad. Respetemos diferencias y opiniones, que debatir es bueno e informativo; exigir que el otro piense como yo sólo habla de la toxicidad con la cual nos manejamos. No fomentemos más complejos en aquel que se abre ante nosotros para desahogarse de algo, no seamos tan soberbios y aprendamos a convivir con todas las realidades que nos rodean. Es un ejercicio fácil y no nos cuenta nada; sería como admirar un paisaje. Sentate y deléitate ante la vista, sé paciente y disfruta lo que ese paisaje te brinda; observa, guarda en la retina todo lo que sea necesario para llevarte a la mente esa imagen que estas admirando. Pero en silencio. Disfruta y sé respetuoso en silencio. Si esa persona, te está contando algo, a vos, una razón tiene. Respeta esa razón y acompáñalo a transitar ese momento de flagelo. Y cuando te sientas listo, cuando hayas escuchado y admirado todo lo que el otro te ofreció, recién ahí habla con delicadeza y deja que tus palabras abracen a la otra persona.
Yo me quiero por todo lo que lloré y superé a solas. Me hubiese encantado que alguien me admirara en silencio y luego me ofreciera unos cariñosos y amistosos consejos. Las acciones que hacemos, demuestran de que está hecho nuestro corazón, nunca se olviden de eso. Sean sinceros siempre y repartan energías positivas, hay mucha gente que la necesita; solo que no tiene el coraje ni la fuerza suficiente para pedir ayuda. Pregunten siempre cómo el otro se encuentra, que hizo en su día y estén atentos a las palabras que les llegan a sus oídos, sin saberlo alguien se puede estar apagando y uno por distraído deja pasar las señales. Inteligencia, paciencia, tolerancia, respeto, cuidado y realismo. Hagan un esfuerzo por comprender al otro, es muy necesario eso a la hora de ayudar. No decoremos la "sinceridad" ante la opinión. Se puede ser sinceros sin ser cruel, no se trata de "Así soy yo". No, eso es mentira, ser cruel e hiriente no van de la mano con la sinceridad. Así que abran la mente, sean mas compañeros y sean conscientes del poder que tienen sus dichos, no es poca cosa. Ayuden en situaciones de desahogo, no se dan una idea lo bien que se van a sentir al saber que estuvieron ahí, en el momento justo que la otra persona se quebró. Sean coherentes y pónganse en el lugar del otro, dejemos el egoísmo y egocentrismo de lado, empatía necesitamos. El mundo necesita de ella.
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